Decidimos hacer la exposición al aire libre, en nuestro recreo, y todos contribuimos a decorarlo con gran esmero. En poco rato el patio se llenó de color, quedó precioso y se podían contemplar todas las obras de arte que habíamos elaborado perfectamente.
En el gimnasio también hicimos figuras muy divertidas con diferentes objetos y quedaron muy graciosas.
Después de comer cada niñ@ se colgó un cartel para que el público asistente a la exposición supieran que eran los guías.
Y a las 3 inauguramos oficialmente la exposición. Pablo cortó la cinta que daba acceso al patio de recreo.
Y de pronto empezaron a entrar un montón de familiares ansiosos por ver nuestras obras de arte, mientras nosotr@s les explicábamos cómo lo habíamos hecho.
La tarde fue muy gratificante para todos, los niños estaban encantados enseñando lo que habían estado realizando durante un montón de días; los familiares muy entusiasmados viendolo todo y los profesores con un montón de satisfacción por ver cómo se desarrollaba todo con gran ilusión.
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